miércoles, 28 de abril de 2010

El perfil: Carlos Edmundo de Ory


La infancia de Carlos Edmundo de Ory son recuerdos de un balcón a la Alameda, lo cual, diríamos, no está nada mal. De rancio abolengo gaditano -o lo que es lo mismo, de familia adinerada e hijo de Eduardo de Ory, famoso poeta modernista-, el reconocimiento en su ciudad le vino tarde, aunque afortunadamente no tanto como para que se limitara a cuatro flores en su tumba y alguna placa invisible mal puesta en cualquier esquina. Que viendo casos como el de Chano Lobato es, cuanto menos, para sentirse afortunado...

Poeta, cuentista, biógrafo y fundador de la Real Academia Hispano-Americana de Ciencias y Artes de Cádiz, a de Ory se le conoce fundamentalmente por haber encabezado el "Postismo", corriente poética que suponía, simple y llanamente, rizar el rizo o, en palabras más afortunadas y líricas, crear "el ismo que viene tras todos los ismos". Para que nos entendamos: enrollar la madeja hasta que sea imposible seguir el hilo, crear una poesía hermética, practicar la alquimia imposible de la palabra.

Además de por esto, el gaditano merece reconocimiento por sus cuentos, un compendio inquietante de historias sobre la incomunicación y el terror latente, como aquel en que dos hombres desconocidos entablan conversación hasta descubrir, sin explicación aparente, que viven en la misma casa. Humorismo, miedo, surrealismo...etiquetas todas ella aplicables a la obra del que es, probablemente, el gran escritor gaditano vivo.

Volviéndonos localistas, tenemos que resaltar la presencia constante de Cádiz en su obra, con libros como Cádiz en broma, que supuso su debut literario.

Para acabar, un botón como muestra:


DESTINO

Vivo como animal sin disciplina
y en la tierra viajo sin maleta
corrí del Sur al Norte y no hallo meta
y andando calle no vi ninguna esquina

Me senté en una silla de cocina
y una mujer de pie me dio etiqueta
me puso el pan delante como teta
me creía sano y salvo en su retina

Pero mi hambre mayor es de camino
mi sed de abiertas rutas y mi sueño
ser como el viento de la vida acaso

No puedo estarme quieto, es mi destino
correr hasta la muerte y soy pequeño
cuando tú de la mano me abres paso.

Feliz lectura.



1 comentarios:

alg@ dijo...

el que fundó la Real Academia Hispano-Americana de Ciencias y Artes de Cádiz fue su padre Eduardo de Ory.

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