lunes, 18 de mayo de 2009

Ha muerto un hombre bueno


Ayer, en Montevideo, en ese sur americano "que también existe", murió Mario Benedetti. Lo hizo como los grandes: sin estridencias, sin cortes de aduladores, sin retransmisiones en vivo. Benedetti muere y su verso vive, como sucede siempre en quienes inocularon en los hombres la verdad de la palabra y el sentimiento hecho poesía. El poeta, el humanista, el americano, el universal, nos deja. Lo hace en silencio y con una sonrisa en esos labios camuflados por el bigote tupido. Se va con el brillo en los ojos de quien miró al mundo hasta el final con la mirada del que lo ve por vez primera.


A Don Mario tengo que agradecerle muchas cosas. Miles de historias y secretos que vinieron de lejos, de la América remota y a la vez cercana. Con él conocí a los pitucos y sus paseos por la vereda; sufrí con los amores desconsolados y sin tregua y supe que la dignidad es el no rendirse jamás, por más que te ataque el capitán y tú seas simplemente Pedro. Es tanto lo que le tengo que agradecer, que no me atrevo a decirle nada.


Así estamos

consternados

rabiosos

claro que con el tiempo la plomiza

consternación

se nos irá pasando

la rabia quedará

se hará más limpia

estás muerto

estás vivo

estás cayendo

estás nube

estás lluvia

estás estrella


Donde estés

Si es que estás

si estás llegando

aprovecha por fin

a respirar tranquilo

a llenarte de cielo los pulmones


donde estés

si es que estás

si estás llegando

será una pena que no exista Dios


pero habrá otros

claro que habrá otros

dignos de recibirte


Gracias por el fuego, viejo.

2 comentarios:

little_gades dijo...

Se ha ido alguien con el don de la palabra que pone significados al alma.

Un saludo.

josé rasero dijo...

"Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra"

Saludos

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