martes, 30 de noviembre de 2010

Bruno Bozzetto: Una vita da cartone



En la década de los sesenta, mientras el mundo de la animación giraba en torno al recién fundado imperio de Hanna-Barbera, al tiempo que experimentaba con sus incursiones en el terreno musical (The Yellow Submarine, 1968) o disfrutaba del innegable liderazgo de Disney, el italiano Bruno Bozzetto (Milán, 1938) se servía de un medio aparentemente "inocente" para tratar temas que superaban en importancia a los romances principescos o las aventuras de superhéroes. Dos títulos (Vip, il mio fratello superuomo e Il signor Rossi) suponían el viraje definitivo de la animación europea hacia la sátira política, hacia una crítica inteligente que resultaba sútil y efectiva, pero nunca panfletaria.

Eran aquellos los años de las últimas tentativas utópicas, de las revoluciones socialistas, del desarrollo industrial y el auge del consumismo. En ese mundo contradictorio, empujado por dos corrientes antagónicas, Bozzetto dio vida al gris y anodino signor Rossi, una representación del italiano medio, de quien se enfrentaba por aquel entonces a una serie de cambios que conllevaban, en muchos casos, un aumento de sus problemas. La obra, considerada por muchos como su capolavoro, su mejor creación, marcó la vida de varias generaciones de italianos, y alcanzó los hogares españoles y alemanes. Con Vip, Bozzetto continuó esta línea, presentando la figura de un antihéroe que luchará contra el monopolio de la opinión y el poder de las alineantes empresas multinacionales. Todo ello empapado con dosis de humor y ternura, con los rasgos que caracterizaban a la matita genial del dibujante.


Años más tarde, sería Allegro non troppo (1977) otra de sus obras más celebradas. Un trabajo que lo alejaría de la sátira política y lo acercaría a la exploración de la condición humana. La obra, un film dividido en en seis episodios acompañados de famosas piezas de música clásica, pretendía ser una parodia de Fantasía (Disney, 1940), aunque en este caso la mirada se dirigiera a conceptos como la individualidad o la melancolía.


Últimamente volcado en la creación de animaciones en flash y la producción de series televisivas (La famiglia spaghetti, 2003), Bozzetto sigue tratando temas políticos, sociológicos y sentimentales con la lucidez que le caracteriza, mostrándonos aún hoy el juicio certero de quien demostró que tras la aparente inocencia, puede esconderse la mayor de las proclamas.




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